sábado, 31 de octubre de 2009

The IT Crowd

The IT Crowd es una serie británica hecha con poco presupuesto y unos actores y diálogos geniales. En España la pasa Canal+ y la han titulado Los informáticos. Los protagonistas son dos informáticos que trabajan como sysadmins de una gran empresa y que forman un dúo cómico clásico de los que siempre funcionan. Aunque ambos son inadaptados sociales, Roy, el irlandés, es el menos de los dos y tiene cierta voluntad de cambiar (aunque cuando lo piensa detenidamente, desiste); mientras que Moss, el londinense, es lo que llaman a veces un freak que se encuentra relativamente cómodo en su papel, con muy buen corazón y que hace que la mayoría de situaciones cotidianas se vuelvan desternillantes. Como muestra, un botón.

viernes, 30 de octubre de 2009

Eso de la ESO

Hoy (29/11) me voy a la cama con una noticia regular (intento siempre que me es posible hablar sólo de las cosas buenas con las que me encuentro, pero en fin). Se trata de esta noticia sobre el ministro Ángel Gabilondo. En resumen, en una entrevista que le ha hecho Juan Ramón Lucas(*) en su programa En días como hoy ha esbozado la posibilidad de abrir el debate sobre ampliar (aún más) la obligatoriedad de la enseñanza hasta los 18 años, debido en parte al gran abandono escolar que hay en el país. Se habla también de la necesidad de flexibilizar el sistema educativo para que no sea tan rígido. No sé cuál es el significado concreto de "flexibilizar" pero lo que sí sé es que desde la implantación de la ESO en España, se han creado nuevas asignaturas con respecto al viejo BUP, con lo que se han diversificado los conocimientos, cosa que en principio no es mala, pero se ha rebajado el nivel muchísimo en asignaturas básicas como las del área de Lengua, las Matemáticas (esto es clamoroso), la Física, la Química y la Filosofía, y eso no es tan bueno.

Creo que hay un problema mucho más de fondo que el simple abandono escolar y prueba de ello es la generación ni-ni que Dios sabe qué pasará con ellos cuando tengan 30 años. En cualquier caso, no tendremos que esperar demasiado para verlo.

Yo no sé cuál es la solución a estos problemas (de lo contrario, mañana llamaba a ZP y le comentaba), pero quizá pase por que los padres pasen un poquito más de tiempo con sus hijos ("Vamos, Apu, ¡si hoy en día con la tele se te crían solos!", Homer dixit), eso que se solía hacer de ir al campo con ellos, o al cine para luego comentar la película, o incluso tener la paciencia de enseñarlos a leer y algunas operaciones básicas cuando aún no van a la escuela. O estoy siendo demasiado sofisticado quizá, quizá se podría empezar simplemente con no comprarles el portátil que quieren cuando han suspendido todas las asignaturas(**), ni la play, ni la moto... Lo que quiero decir es eso que se ha dicho tantísimas veces ya pero parece caer en saco roto: que sí, que hay que educar a los jóvenes, cómo no, pero ¿no podría ser que hubiera que educar, aunque fuera un poquito, a los padres de hoy en día? Y que conste que yo entiendo que un padre no quiere que su hijo carezca de nada, pero pienso que a veces un poco de "no" no está de más (no es mía la frase "Un 'no' educa más que cien 'síes'").

(*) Me encanta Juan Ramón Lucas, quizá un día me recuerde a mí mismo que tengo que hablar de él y sólo puedo decir cosas buenas.
(**) Esto es una cosa que me alucina sobremanera: en mis tiempos (puedes llamarme abuelo cebolleta, sí), te caía una y eras un proscrito. Quiero decir, ibas a casa con una cara que no sabías cómo decírselo a tus padres (a mí me cayó un trimestre la Química de tercero y aún estoy por superarlo). Un mal estudiante, muy malo, era al que le caían tres o cuatro y él tenía conciencia de lo mal estudiante que era y primero se avergonzaba y después se esforzaba en intentar aprobar las que le habían caído. Hoy en día, a un estudiante razonablemente bueno le pueden caer dos o tres sin trauma ninguno y lo normal es que la gente suspenda seis, siete, y aquí no ha pasado nada, au contraire, se jactan de ello.

jueves, 29 de octubre de 2009

Asuntos propios

El ex-CQC Toni Garrido conducepresenta cada tarde de 16:00 a 19:00 Asuntos propios en RNE.

El programa es bastante entretenido (excepto cuando hablan de deportes, odio los deportes), interesante y de un ritmo ágil, atributos todos que hacen que tengas que apagar la radio si quieres hacer algo productivo durante la tarde. Es ideal, en cambio, para ir en coche por las rectas y solitarias carreteras manchegas.

Hay que decir que Toni Garrido lo hace muy bien, pero para mí, la persona más interesante de este programa es el sueco Tom Kallëme quien copresenta el programa. Un hombre muy educado, muy culto y con un sentido del humor muy agudo. En verdad, da gusto oírle hablar y la relación(radiofónica) que tiene con Garrido, y cómo de acertadas son las preguntas que hace a los invitados, cómo demuestra la curiosidad natural que tiene por todo. Recientemente lo han nombrado "director general del departamento de conocimientos inútiles" y le doy la enhorabuena en tanto que ferviente defensor del conocimiento inútil.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Akinator

Estoy que lo flipo con este tío. Lo acierta todo. Bueno, a veces lo puedes pillar, pero muy pocas. Y es que a veces envidio a la gente que tiene tanto tiempo. Yo, como no tengo tanto, hoy me toca refreír contenidos webs que me llaman la atención. Es más, puede que tenga que cambiar del frenético ritmo del post diario al más sosegado de uno o dos por semana (¿quizá lunes y jueves? No sé... sólo pensando en voz alta) porque me crecen las obligaciones y responsabilidades (cosa de la edad supongo) y tengo menos tiempo para postear y hacer el gansonavegar en general.

martes, 27 de octubre de 2009

Cara a cara

Me encanta la tele aunque no tenga apenas tiempo para verla. Lo típico de Los Simpsons para comer (y no siempre) y poco más porque cuando tengo algo de tiempo para ver algo, prefiero invertirlo viendo series o películas en mi fiel MacBook.

Hace tiempo pero que descubrí Cara a cara de CNN+ y no puedo estar más encantado con el programa. El periodista Antonio San José se sienta frente a invitados que son protagonistas de la actualidad por una razón o por otra y analizan dicha noticia. Este periodista es de lo mejor que hay en la televisión española actual: es riguroso pero amable, es imparcial pero cercano, cariñoso con los invitados y no por ello deja de tocar los temas espinosos. Además, tiene una cultura muy amplia y lleva las entrevistas muy preparadas. Qué más se puede pedir.

Este programa y este periodista hace que a uno le entren ganas de ver la televisión con fines informativos y empezar a confiar en la profesión periodística aunque sea un poco.

lunes, 26 de octubre de 2009

¡Corred, insensatos!

Mi experiencia con El señor de los anillos no fue demasiado buena. Estaba en mis 12 o 13 años (ha llovido) y era lo que se dice un devorador de libros. Como por casualidad, cayó en mis manos El Hobbit y desde que lo abrí, ya no lo pude cerrar hasta terminarlo; me pareció una historia bien escrita, con un ritmo adecuado, envolvente, ágil... qué más se podía pedir.

Se lo comenté a un freaktipo de clase con el que me llevaba francamente bien y me dijo: "Pues Laurent, si te ha gustado El Hobbit, entonces no puedes dejar de leer El señor de los anillos, que es como El Hobbit pero a lo largo de cientos de páginas". Y le hice caso, junté las pocas perras que tenía, le pedí a la abuela, a la mamá y a todo a quién tenía a la vista y me compré la edición de tapa blanda de Minotauro de La comunidad del anillo (mil y pico pelas que me costó). Y empecé.

Ahora debo hacer un paréntesis para explicar lo que pasaba durante ese curso. En aquella época, los niños aún leían libros enteros en la escuela y la seño de Lengua nos había mandado leer tres libros obligatorios más siete de nuestra elección durante todo el curso. Yo, que ya en aquel entonces era un pardillo, le dije "Seño, que yo estoy leyendo ESDLA, ¿quieres que lo termine o me cojo uno de Barco de Vapor acorde con mi edad?". Y ella, claro, me dijo que ESDLA.

Se nos daban 2 semanas por libro y yo estaba megamotivado para terminarlo en ese tiempo: no tenía otra cosa que hacer más que leer. Pero claro, a uno se le apodera y le entra la vaguería y me vi a martes de la última semana con menos de la mitad de Las dos torres y volví a intentar llorarle a la seño para que me liberara y me permitiera leer La hija del espantapájaros o alguno de ésos. Su respuesta la recordaré por mucho tiempo: "Yo sé que tú puedes leer muy rápido".

En estos días, suponiendo que se hubiera hecho una propuesta similar en alguna asignatura, hubiera habido una queja al profesor, una multitud de pedabobos y asociaciones de padres cabreadas hubieran hecho un escrito formal por lo que se explota a los alumnos y lo que se les puede traumatizar cuando se les pide que hagan un esfuerzo y la profesora se hubiese cogido una baja por depresión que le duraría hasta hoy en día si es que no se hubiera prejubilado ya.

Pero eran otros tiempos, el artista anteriormente conocido como Prince aún era conocido como Prince y Don Johnson sólo se había divorciado dos veces (Homer dixit), y yo simplemente dije "Sí, señora". Recuerdo que leí El retorno del rey entre las tardes-noches del miércoles y del jueves, y el viernes me levanté muy temprano para hacer el trabajo (autor, resumen, personajes principales) justo antes de entrar a clase.

Supongo que esto influyó en mi opinión actual del libro, pero me resultó pesado, muy pesado. El primer volumen de la trilogía me pareció entretenido y envolvente en el sentido en que lo era El Hobbit en algunos pasajes, pero los demás volúmenes me resultaron aburridísimos. Me perdía en los arboles genealógicos y en la descripción de las briznas de hierba que paraban la trama por completo. Y también esa especie de "refinal" me dejó un poco tocado. Hoy en día, cuando me preguntan mi opinión sobre ESDLA siempre digo: "Es un rollo, mírate la peli".

domingo, 25 de octubre de 2009

Heroes volumen 5: Redención (II)

Cuando hablaba de Héroes recientemente estaba con la esa de darle una nueva oportunidad. Pues bien, después de haber visto el s5e03, mi voto de confianza se mantiene: la aparición de T-Bag (también para mí será siempre T-Bag, sí, a pesar del total fiasco que resultó ser Prison Break) en la trama principal me llama la atención muchísimo porque creo que puede dar juego con Sylar una vez que éste se libere de la prisión en la que lo tiene Parkman. Sylar suele ser bastante egoísta y no se suele asociar con nadie y parece que la maldad (a lo mwa-ha-ha) de T-Bag no conoce límites, así que sí, será un gran encuentro. También puede ser que los guionistas no puedan aguantarse de cagarla y pase algo totalmente inesperado como que Sylar acepte sin más las condiciones de T-Bag y se convierta en un colaborador de éste, o que, peor aún, Sylar sea engañado. Esperemos que haya un enfrentamiento interesante y que al menos uno de los dos se vea forzado a abandonar temporalmente sus aspiraciones malignas para traicionar al otro más adelante. Me gusta la idea de que haya varios frentes y no sólo los buenos y los malos, creo que enriquece mucho la trama de una historia.

sábado, 24 de octubre de 2009

Saw

Hace poco, leía en el blog de Axa que Saw VI iba a estar calificada X en España. Y me ha recordado lo mucho que detesto la saga. Bueno, al menos la primera que ha sido la única que he soportado ver.

No, no es por el abundante mal gusto de las escenas, que ya de por sí sería una razón, pero no, ni tampoco porque gane el asesino. Es por lo tramposa de la película. Que sí, que todas las películas son tramposas por definición, ya lo sé, pero me refiero a las trampas que hace el malo. La clave de Saw es la siguiente: el asesino no puede perder nunca, nunca se arriesga realmente. A la gente que le gusta Saw siempre les pongo el mismo ejemplo: ¿les gustaría también una película de Superman en que no existiera la kriptonita(*)? Es decir, una película de Superman en que éste se dedicara a dar mamporros a diestro y siniestro sin crear la tensión de que en algún momento pudiera no ganar. Hombre, los primeros veinte minutos, cuando está salvando aviones y rescatando gatos de encima de los árboles, pues te entretiene, pero cuando ves que Lex Luthor no tiene ninguna baza para llevar a cabo sus planes, ya has terminado de verla.

Lo mismo pasa con Saw, te entretiene un poco al principio con esto de marear la perdiz sobre quién es el malo, pero cuando termina la película y te das cuenta de que en ningún momento se ha puesto en riesgo el tipo, que no hay kriptonita, vamos, la ilusión de película entretenida y justa con el espectador, desaparece.

Y es que para historia en que se persigue un objetivo, tan importante es que el bueno o el malo lo consigan, como que quede claro que podría no haber sido así.

(*) Si no lo digo, puede que entonces vuelva a tener esa discusión con Sheldon, pero Superman también es vulnerable a la magia.

viernes, 23 de octubre de 2009

Flashforward

Estoy en ello. Me lo tomo con paciencia. Cuando empiezo a ver una serie así, tan recomendada y tan aclamada, siempre le doy unos capítulos como oportunidad. A alguna, como How I met your mother, le di dos temporadas de oportunidad y no cuajó (igual también puede deberse al hecho de tragarme las dos temporadas del tirón).

Con Flashforward estoy haciendo esto mismo y de momento no promete. Sigo dándole oportunidad por ser hija de quien es, claro: el enchufe siempre funciona. Y es que Lost me hace pasar unos ratos antes, durante y después de cada capítulo, que todo lo que provenga de sus creadores, ya tiene ante mí un voto de confianza (como Fringe).

Lo que quiero decir exactamente con "no promete" es que sí, los cliffhangers son molones, pero el desarrollo del capítulo es lento y aburrido y eso para mí es un hándicap importante. Los críticos y fans se suelen meter con Stephen King diciéndole que tiene un desarrollo guay y que no le deja a uno soltar el libro pero que el final suele ser un desastre. King se defiende de estas críticas diciendo que lo suyo no son los finales y sí contar historias y que es muy injusto valorar una historia sólo por el final, que es como si (cito textualmente) "se valorara una relación sexual sólo por el chorrito del final". Y yo pienso: visto así... El caso es que el argumento de King me parece adecuado y creo como él que es muy injusto valorar una historia sólo por el final (por eso mismo no valoraré Lost como bazofia si la cagan estrepitosamente al final), por eso también creo que la fuerza de un capítulo no puede radicar exclusivamente en el final, como es el caso de los capítulos (s1e01 y s1e02) de Flashforward que he visto hasta ahora. De ahí que piense que como sigan así durante seis o siete capítulos más, la dejaré por imposible.

jueves, 22 de octubre de 2009

The Big Bang Theory

He de decir que era un poco reacio a ver la serie en un principio y no sé por qué, y es por eso que tardé en ver el primer capítulo. Otra causa de mi pereza era el hecho de que la hicieran en Antena3 los fines de semana a media mañana: hora mortal para engancharse a una serie. Así que hice lo que hace todo hijo de vecino y me hice con las temporadas 1 y 2 enteras y empecé a verlas.

Me encontré con una serie bien hecha de principio a fin, sin detalles al azar. Unos guiones bien asesorados científicamente. Unos diálogos tronchantes y rigurosos (incluso científicamente hablando), un doblaje que no está nada mal --aunque siempre es mejor verla en VO--, y sobre todo, unos personajes tan bien hechos, tan bien conseguidos. El personaje de Sheldon Cooper ha entrado en mi top ten junto con Benjamin Linus entre otros (un día de éstos me tengo que poner en serio con mi ránkin), cabronazo sin saberlo él y carismático sabiéndolo aún menos a partes iguales, se hace querer en menos que uno se da cuenta, pero es que el reparto es tan bueno como él: Leonard hace un papel de "tener los pies en el suelo" imprescindible; Koothrappali y Wolowitz forman un dúo cómico como hace tiempo que no he visto ninguno (los dúos cómicos inter-étnicos tipo Lenny y Carl nunca fallan), incluso la superficial Penny muestra tener un corazón y la llegas a querer en el primer capítulo.

Hay una parte que espero que no se explote y son los momentos melifluos entre Penny y Leonard: pienso que la serie tiene mucho más potencial que todo eso. Y de nuevo sobre el personaje principal, Sheldon, lleno de manías, tiene una dualidad muy interesante sin la cual creo que la serie no sería lo mismo: tiene su vertiente de científico frío y repelente, muy adulto y muy calculador, y tiene su vertiente de niño en la que le encantan los cómics y los videojuegos, cuando se pone enfermo, se pone muuuuuy enfermo y cuando se pone triste, llora. Es fácil identificarse con él debido a esta riqueza en su personalidad. Encima, el actor que lo interpreta, Jim Parsons, es un gran actor que cuando no está interpretando a Sheldon, resulta, incluso, atractivo (cosa impensable para Sheldon).

En fin, que estoy muy contento que haya empezado la tercera temporada. El vídeo que enlazo es uno que grabó Wolowitz con su móvil para subirlo a youtube y ridiculizar a Sheldon y Leonard.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Sherlock Holmes

Y yo le decía: "Pero Holmes, que ya eres grande para andar leyendo historias de Sherlock Holmes, que tú eres mucho más listo que todo esto. Que eso de Sherlock Holmes me suena a Los Mosqueperros." Y él: "Sólo lee una historia, Laurent, verás como te engancha y te gusta, y más a ti". Más de una de nuestras largas conversaciones de las que yo solía disfrutar entonces terminaba de esa manera. Era otro tiempo, el artista anteriormente conocido como Prince aún era conocido como Prince (Homer dixit), la ESO aún no había llegado para quedarse, ni siquiera era una sombra en el horizonte. Eran años de EGB y BUP (y COU) y era nuestro primer año de instituto.

Nos caímos bien instantáneamente como se caen bien dos amigos que ya lo son antes de conocerse y teníamos una relación de ésas en las que uno simplemente parece encontrarse con la otra persona como por casualidad y pasan un rato juntos, un café, una cerveza coca-cola (catorce años, recuérdese), y alrededor de éstos una conversación. Y luego simplemente hasta la próxima, sin planes, sin nada. Y siempre había una próxima.

Siempre teníamos un libro que comentar al otro y él era un fanático de Sherlock Holmes que intentaba captar adeptos a su causa, y yo era duro y cerrado de mollera. Un día no me quedó más remedio que aceptar su galantería y cogí un libro, Las aventuras de Sherlock Holmes, que me prestó y que estaba compuesto por relatos cortos en los que el detective de Baker Street hacía gala de su carisma y sus habilidades en situaciones que lo llevaban al extremo. O que parecía que lo llevaran. Él, claro, siempre iba muy por delante de la situación. Yo estaba acostumbrado al género de relato corto por culpa de Stephen King y disfrutaba mucho de él, así que caí en las redes de Holmes instantáneamente. Su fría lógica, su carisma sutil, su dominio de la situación. Sí, era joven e impresionable.

Y hoy en día me sigue gustando mucho este personaje y es por eso que estoy de enhorabuena. En el mundo de la tele, en donde está de moda el personaje, tengo donde elegir ya que he detectado a Holmes en al menos cuatro series: House, no es ningún secreto, los productores mismos ya lo dijeron que eligieron el nombre House porque fonéticamente es parecido a Holmes y Wilson, oviusli, es Watson. La serie la dejé de ver debido a mi hipocondría. El Mentalista, de las cuatro que voy a nombrar es mi favorita. Un personaje carismático, simpático y motivado por la venganza, qué más se puede pedir. Shark, el abogado interpretado por James Woods es otro ejemplo más de Holmes. Personalmente me gusta bastante esta serie aunque le he perdido el hilo: tendré que recuperarlo. Y por último Miénteme, aunque no he visto la serie aún la verdad es que Tim Roth no me resulta tan simpático como los otros tres actores (sin razón aparente) y me parece que no aporta nada nuevo con respecto, por ejemplo, de El Mentalista y por eso soy algo reacio a verla.

Y por último y por si fuera poco, las dos pelis sobre el personaje que van a salir en breve; una en clave de humor y la otra más seria protagonizada por Robert Downey Jr en el papel de Holmes y Jude Law en el de Watson. He de decir que he visto en póster de Downey Jr y la pose es igualica que la de Simon Baker cuando hace de El Mentalista. Me va a gustar sí o sí.

martes, 20 de octubre de 2009

Life on Mars (II)

Hace días hablé de un anuncio que incluía esta canción. Trasteando por youtube me encontré esta versión que no conocía y que me ha resultado una interpretación tan emotiva y emocionante y tan bien cantada que no podía dejar pasar el hecho de comentarla.

lunes, 19 de octubre de 2009

Heroes volumen 5: Redención

Puede que sí, puede que sea una redención en verdad esta temporada. Al menos esa sensación me ha dado el primer capítulo que es doble. He de confesar que me daba una pereza infinita el hecho de empezar a ver esta temporada y de hecho iba a abandonar la serie como abandoné Prison Break cuando terminé la segunda... pero claro, uno lee por ahí cosas y al final le pica la curiosidad.

Como está en la columna de la derecha, sigo al compañero Vísperas tanto como puedo y me suelo fiar bastante de su criterio, así que finalmente he caído. Y esta ha sido la impresión preliminar, un capítulo decente con personajes con una coherencia que se echaba en falta en la(s) última(s) temporada(s) y un argumento que por fin vuelve a enganchar. Me gusta el toque irónico-maligno del Sylar de siempre(*) y por fin vuelvo a tener los pelos de punta cuando él está con otra persona en la misma habitación, ni que sea una proyección de él. No quiero dejarme llevar por los ánimos y decir "buenísimo" pero diré "bastante buen" cliffhanger de fin de capítulo. Intentaré dosificarme los capítulos a uno por semana a ver si esta vez no me decepciona la serie. Vuelve a tener mi confianza aunque sea con un pelín de recelo.

(*) Es muy curioso lo que pasa con este personaje: siendo el mismo puede parecer un malvado sin sentimientos, un alma atormentada, un "tontaina" o un cerebro privilegiado para el ejercicio del mal. Más aún, puede pasar de ser un tío feo a un tío sexy cuando está medio enamorado de Kristen Bell. Muy curioso.

domingo, 18 de octubre de 2009

Al final de la escalera

Si no hubiese fallecido en 1999, hoy cumpliría 82 años George C. Scott, un buen actor estadounidense. En 1980, Scott participó como protagonista en Al final de la escalera, un film que 21 años antes que Los otros y 19 antes que El sexto sentido daba ese giro en el punto de vista que tan famosas hizo a las películas de Amenábar y de Shyamalan respectivamente.

Películas de casas encantadas se han hecho dos: Al final de la escalera y El resplandor de Kubrick. El resto de ellas han sido combinaciones más o menos lineales de éstas dos. Kubrick hizo una adaptación del libro del mismo título de Stephen King que a éste último no gustó por ser demasiado "libre". A mí personalmente, en tanto que adaptación del libro de King, tampoco me gustó, pero viéndola con "ojos nuevos", sí, aunque era difícil después de haber leído el libro.

sábado, 17 de octubre de 2009

Life on Mars

Ésta es para mí una de las canciones más bonitas y mejor escritas de todos los tiempos (hablo de la música). Sólo por ella, vale la pena ver este anuncio, aunque sea de una tarjeta de crédito.

viernes, 16 de octubre de 2009

Los sustitutos ATENCIÓN, SPOILERS

Qué gran idea para una película. Un poco como una vuelta de tuerca del actual internet con sus chats y sus redes sociales. Cuántas posibilidades para distintos argumentos de acción pura Bruce Willis-style. Algo para dejar volar la imaginación y disfrutar de efectos especiales espectaculares. Cuántas posibilidades para tramas seudo-policíacas, seudo-eróticas, seudo-terroríficas... Sí, eran sustitutos, eran los falsos, los seudos. No vaya uno a pensar mal y poner en mi boca que Hollywood descafeína tanto los argumentos que cualquier cosa que vaya a hacer es seudo, no.

El Jonathan Mostow éste (responsable de perpetrar cintas como Terminator 3) tuvo que optar por la seudo-moral. Mal. El caso es que la gente vive a través de su sustituto y a uno de los tipos, el interpretado por el grandísimo James Cromwell, creador para más inri de los sustitutos, un día le crece la idea en su cerebro de que es inmoral vivir a través de ellos. ¿Por qué? Pues porque está mal. ¿Por qué está mal? Pues porque somos humanos y tenemos que vivir nuestras vidas de forma natural. ¿Por qué? Pues porque sí, y punto. Quiero decir que tras esa idea del tipo de que está mal vivir a través de los sustitutos no hay nada meditado, simplemente un capricho moralista de un personaje que de pronto se vuelve un conservador acérrimo (como muchas de las moralinas de estas películas) y decide que los sustitutos han de ser eliminados. Ni siquiera tiene una mala experiencia para tomar la decisión, aunque sí es verdad que tiene una mala experiencia por tomar la decisión que es el asesinato de su hijo. Nada, un simple capricho. Hace poco hablaba sobre la motivación de los personajes de una película. El capricho no me parece una motivación legítima del todo, pero me lo parece aún menos el capricho disfrazado de moralidad.

jueves, 15 de octubre de 2009

Publicidad

Se habla de la posible gratuidad de internet muchas veces. Para que esto fuera posible, tendría que haber una presencia significativa de publicidad en este medio de la misma manera que la hay en la televisión o en la prensa escrita, por ejemplo. El problema es que los publicistas aún no están preparados para internet, no han dado el salto. En España, al igual que en el resto del mundo, al pasar el peso específico de los mass media de la radio a la televisión, ocurrió algo muy similar: tuvo que transcurrir un tiempo de adaptación en el que los anuncios pasaron de ser una traducción directa de los que se hacían en la radio (con su cancioncilla, su eslógan pegadizo) a lo que se hace hoy en día que es más parecido a una mini-mini-película que a uno de esos antiguos anuncios tipo el de Gior o el del Cola-Cao.

La prueba de que lo que digo es cierto, es decir, que los generalmente mal llamados creativos publicitarios aún no se han adaptado a internet está ante nuestras narices: ¿cuántos anuncios vistos por internet le han llamado la atención últimamente? Yo lo tengo claro en mi caso: cero.

Mientras tanto, mientras esta gente se pone al día y “crea”, tendremos que seguir disfrutando por la tele de un género que personalmente me gusta mucho.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Ágora ATENCIÓN, SPOILERS

Antes de decir nada acerca de Amenábar, Ágora me encantó. Ahora sí: no soy un fan de este director, para nada. Fui a ver esta película porque sí soy un fan del personaje protagonista, Hipatia, deliciosamente interpretada por la maravillosa Rachel Weisz. A pesar de que se obvia un personaje fundamental en la vida de Hipatia que es el alquimista Hermes Trismegisto (de quien proviene por cierto la palabra "hermético"), pienso que la película recoge muy bien el ánimo y la manera de hacer de un científico puro, sin las presiones de una empresa o una sociedad que le exige que enfoque su conocimiento a descubrir tal o cual cosa. La curiosidad en estado puro. La curiosidad por la curiosidad y la satisfacción de ésta como el máximo y más maravilloso premio que se puede alcanzar.

Algunos matemáticos y algunos (para)psicólogos llaman al momento de lucidez en que uno se da cuenta de un hecho normalmente de naturaleza formal "momento ajá". El momento ajá es el que uno tiene cuando comprende, por ejemplo, las implicaciones de un teorema o desentraña el funcionamiento de una cierta construcción lógica (el paradigma de los momentos ajá que tenemos todos en la cabeza es cuando a Sir Isaac Newton le cae la manzana y le hace pensar en la gravedad). Esto puede parecer muy frío o carente de interés y emoción. Nada más lejos de la realidad. Para mí, por lo que vale la pena ver la película, es porque el director consigue que el momento ajá de Hipatia resulte tan emocionante y emotivo como, por ejemplo, el momento en que los protagonistas de una película romántica por fin se besan después de haber superado numerosas y normalmente absurdas vicisitudes y obstáculos.

Y para finalizar, el hecho de la imaginación de los responsables de la película haya ido más allá y haya hecho a Hipatia adelantarse mil doscientos años a Kepler en su hipótesis de las órbitas elípticas y otros tantos al estudio de los sistemas inerciales de Newton y Galileo me ha parecido un detalle, además de muy romántico en un sentido estricto de la palabra, muy bonito.

martes, 13 de octubre de 2009

Rec 2 ATENCIÓN, SPOLIERS

Lo que uno se pregunta cuando ve una película es por la motivación de sus personajes, tanto los buenos como los malos. Al menos, estaría bien que se lo preguntara. Cuando uno va a ver una película de zombies, uno sabe que los zombies no tienen una motivación racional sino, digámoslo así, fisiológica, es una de las cosas que más desconciertan de éstos porque parecen humanos pero sin embargo se comportan como animales rabiosos y nada inteligentes. Ya, ya lo sé, en alguna producción, léase La tierra de los muertos vivientes llegan a tener una cierta inteligencia y una suerte de comunicación inteligente entre ellos. Es precisamente esto lo que hizo que no me gustara la película, porque lleva de nuevo a preguntarte por la motivación de los zombies, y uno no está seguro de si el director tendrá una respuesta satisfactoria a esa pregunta. Siempre, no obstante, puede recurrir a la respuesta "tienen una motivación fisiológica" y a mí por lo menos me resulta satisfactoria en esta película en concreto.

Ahora bien, qué pasa cuando los zombies no son zombies en realidad sino que, como ocurre en Rec 2, están poseídos por una suerte de demonio. Lleva a uno a preguntarle al director que cuál es la motivación del demonio en cuestión para infectar un edificio entero, un demonio que se supone que obedece unas ciertas reglas de juego. ¿Quiere salir e infectar a todo el mundo? ¿Quiere extender el caos por toda la Tierra? ¿Cree que los responsables de intentar pararle los pies no lo van a intentar? Pero, lo más importante, ¿para qué quiere extender dicho caos por toda la Tierra? ¿Para hacerse un pulso con Dios? Lo que quiero decir es si en realidad el director cree que se puede contar una historia sólida sin conocer todas estas respuestas. Con los zombies de pata negra no es necesario planteárselas. Creo firmemente además que los responsables de la película no conocen la respuesta a la mayoría de estas preguntas.

Ahora bien, no digo, ni de que todas las historias que uno cuenta se tengan que saber todas las respuestas (Dios me libre), ni de que no se puedan contar historias que involucren la lucha entre Dios y el Diablo puesto que se nos escapan sus posibles motivaciones. Pongo por ejemplo El corazón del ángel una razonablemente buena película y sencilla en su planteamiento y además satisface la curiosidad acerca de las motivaciones de todos los personajes, en ésta, el Diablo interpretado por Robert DeNiro tiene como motivación reclutar almas para que no sean reclutadas por Dios pues tiene un pulso con él de ver quién recluta más almas para su causa. Una motivación, no hace falta que sea comprensible, simplemente que exista.