Alguien me hizo una vez una reflexión profunda acerca de cómo el tiempo en que empiezan los resfriados es el mismo en que empieza la temporada de naranjas y en que si esto no sería una casualidad o más bien una intención, por aquello de que la vitamina C ayuda a prevenir (el escorbuto y) los resfriados.
En verdad, a veces pienso que sería bonito vivir en ese mundo en donde existen esas apasionantes conspiraciones a gran escala, hombres manejando tramas mucho más grandes que ellos mismos, aliens, más allá, expedientes X...
Pero luego vuelvo a esta realidad en la que las conspiraciones son mucho más aburridas: deporte (normalmente fútbol) y realities que atontan a las masas para mantener al pueblo tranquilo y sin que medite mucho el estado de la realidad (pero la realidad real, no la de los realities). El Gran Hermano ya no es el de Orwell, aquel hacía pensar y daba miedo; sino el de la Milá, el cual, sin embargo, hace pensar y da miedo.
Y sobretodo está este resfriado que empiezo a notar, suerte que he comprado naranjas.
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