Se lo comenté a un freaktipo de clase con el que me llevaba francamente bien y me dijo: "Pues Laurent, si te ha gustado El Hobbit, entonces no puedes dejar de leer El señor de los anillos, que es como El Hobbit pero a lo largo de cientos de páginas". Y le hice caso, junté las pocas perras que tenía, le pedí a la abuela, a la mamá y a todo a quién tenía a la vista y me compré la edición de tapa blanda de Minotauro de La comunidad del anillo (mil y pico pelas que me costó). Y empecé.
Ahora debo hacer un paréntesis para explicar lo que pasaba durante ese curso. En aquella época, los niños aún leían libros enteros en la escuela y la seño de Lengua nos había mandado leer tres libros obligatorios más siete de nuestra elección durante todo el curso. Yo, que ya en aquel entonces era un pardillo, le dije "Seño, que yo estoy leyendo ESDLA, ¿quieres que lo termine o me cojo uno de Barco de Vapor acorde con mi edad?". Y ella, claro, me dijo que ESDLA.
Se nos daban 2 semanas por libro y yo estaba megamotivado para terminarlo en ese tiempo: no tenía otra cosa que hacer más que leer. Pero claro, a uno se le apodera y le entra la vaguería y me vi a martes de la última semana con menos de la mitad de Las dos torres y volví a intentar llorarle a la seño para que me liberara y me permitiera leer La hija del espantapájaros o alguno de ésos. Su respuesta la recordaré por mucho tiempo: "Yo sé que tú puedes leer muy rápido".
En estos días, suponiendo que se hubiera hecho una propuesta similar en alguna asignatura, hubiera habido una queja al profesor, una multitud de pedabobos y asociaciones de padres cabreadas hubieran hecho un escrito formal por lo que se explota a los alumnos y lo que se les puede traumatizar cuando se les pide que hagan un esfuerzo y la profesora se hubiese cogido una baja por depresión que le duraría hasta hoy en día si es que no se hubiera prejubilado ya.
Pero eran otros tiempos, el artista anteriormente conocido como Prince aún era conocido como Prince y Don Johnson sólo se había divorciado dos veces (Homer dixit), y yo simplemente dije "Sí, señora". Recuerdo que leí El retorno del rey entre las tardes-noches del miércoles y del jueves, y el viernes me levanté muy temprano para hacer el trabajo (autor, resumen, personajes principales) justo antes de entrar a clase.
Supongo que esto influyó en mi opinión actual del libro, pero me resultó pesado, muy pesado. El primer volumen de la trilogía me pareció entretenido y envolvente en el sentido en que lo era El Hobbit en algunos pasajes, pero los demás volúmenes me resultaron aburridísimos. Me perdía en los arboles genealógicos y en la descripción de las briznas de hierba que paraban la trama por completo. Y también esa especie de "refinal" me dejó un poco tocado. Hoy en día, cuando me preguntan mi opinión sobre ESDLA siempre digo: "Es un rollo, mírate la peli".
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